Empieza una tarde presuntamente tranquila. (Presuntamente digo,porque nunca se sabe) A esta hora estoy sólo en la redacción. Los compañeros de deportes están haciendo el programa y no queda nadie más en toda la planta.
Suena, como otras muchas tardes, Justice. En concreto, esta canción, que me encanta.
Me gusta este momento del día: Sólo se oye la música y el teclado. Algunas notas se salen de la canción. Las oigo separadas del resto, como si formaran parte de otro plano de la realidad. Con ellas, si me concentro mucho, puedo crear otra canción… Probad a hacerlo. (Se que este fragmento me lo señalareis luego y me diréis que deje las drogas, pero se también que los melómanos me entienden)
Sigo: En este rato, repaso las noticias que hemos contado a medio día en la radio, reexamino mi parte del trabajo desde la postura más critica -a veces dañina incluso- que encuentro. Veo mis fallos, pienso en ellos y me corrijo muchas cosas. Creo que es una parte esencial del periodismo.
A esta hora me gusta estar sólo para que el periodismo que me fluye por las venas a toda pastilla se calme. La mañana ha sido agotadora como otros días y mientras comía el dolor de cabeza ha sido abrumador.
Ahora, ya tranquilo,mientras el shuffle del iphone me cambia de estilo, las cosas se ven mejor. Empieza a llegar la gente, y se acaba el momento.